17/06/2023
Se le atribuyen frases similares a Fernando VII, Napoleón Boaparte o Carlos III. Siendo que Augusto, el primer emperador romano, supo aconsejar lo siguiente: "Caminad lentamente si queréis llegar más pronto a un trabajo bien hecho'
Es que andar apurados nos lleva a menudo a cometer errores, lo que llevado al tránsito y más precisamente a la conducción vehicular en ocasiones implica ponernos en riesgo a nosotros mismos y a los demás.
Buena parte de los accidentes de tránsito tienen relación directa con las altas velocidades. Circular a una velocidad excesiva influye sobre nuestra capacidad de reacción y nos expone con mucha facilidad a situaciones de riesgo.
La proporción de accidentes mortales es más alta cuando se circula a velocidades excesivas, ya que se agravan las consecuencias de los hechos que se producen. Según la Organización Mundial de la Salud, un aumento del 5% en la velocidad promedio conlleva un aumento aproximado del 20% en el número de siniestros con víctimas mortales.
A mayor velocidad, más fuerte el golpe
El impacto de un choque puede compararse a caer desde ciertas alturas; chocar a 50 km/h equivale a caer desde un tercer piso, mientras que chocar a 120 km/h equivale a caer desde un piso 14 y hacerlo a 180 km/h es como caer a 36 pisos de altura.
La velocidad excesiva también influye en la mortalidad de peatones y ciclistas. A 30 km/h sólo el 5% de los peatones atropellados perderían la vida, mientras que a 50 km/h la proporción de muertos sube al 50%. Si atropellamos a alguien mientras circulamos a 80 km/h o más, dificilmente sobreviva.
Los límites de velocidad
Los límites son un instrumento para reducir las tasas de siniestraidad. Se calcula que con sólo reducir 1 km/h la velocidad de circulación, podría disminuir un 3% la cantidad de accidentes viales.
En la sexta edición de la semana de las Naciones Unidas para la seguridad vial, celebrada en mayo de 2021, se lanzó la iniciativa "Calles para la Vida" en la que se propuso bajar la velocidad máxima en calles urbanas de sentido único de circulación a 30 km/h bajo el lema #love30.
Los informes presentados en aquel momento indican que a nivel mundial, 1 de cada 3 muertes en las carreteras de los países de ingresos altos se debe a la velocidad.
Imagen de Freepik
Las distancias de frenado
Mientras más rápido circulemos, más tiempo vamos a tardar hasta detener nuestro vehículo por completo y por ende más espacio vamos a recorrer.
La distancia de detención es la sumatoria de la distancia de reacción (lo que demoramos en pisar el freno) y la distancia de frenado (desde que pisamos el freno hasta que logramos detenernos por completo).
Además de la velocidad, en la distancia de detención influyen; el estado de la vía, del vehículo, del conductor y de las condiciones climatológicas.
La velocidad adecuada
Hay momentos en que no superar la velocidad máxima permitida no es suficiente para evitar un accidente, por ejemplo cuando el ambiente nos presenta un escenario distinto a lo que se considera "condiciones normales".
En definitiva, mas allá de los limites de velocidad establecidos, la velocidad adecuada es aquella que nos permite dominar el vehículo ante cualquier obstáculo o imprevisto. Pues al contrario de lo que curiosamente parecen muchas personas interpretar, lo cierto es que la velocidad máxima permitida no necesariamente es la velocidad objetiva a la que debemos intentar desplazarnos, sino que es un límite que si ni siquiera alcanzamos con certeza disminuiremos el riesgo.
Si quieres llegar rápido, ve despacio. Ya que los problemas vinculados a tu apuro terminarán muchas veces ralentizando tu llegada a destino o incluso truncándolo.
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29/08/2024